Según las investigaciones realizadas los primeros habitantes en Argentina llegaron alrededor del año 10.000 A.C. Cerca de Punta Gualicho ( Pcia de Santa Cruz), se encuentra la Cueva de las Manos ( Río Pinturas ) encontrada por Francisco Moreno en 1877, y se calcula que tiene 9.000 años de antigüedad. Las diversas culturas indígenas se desarrollaron según las características geográficas y climáticas de la zona. Hubo cazadores y recolectores (querandíes), y agricultores (diaguitas). Actualmente hay algunas zonas con población indígena, la mayoría reclama por la pérdida de su territorio y por reivindicar sus creencias.
Los calchaquíes pertenecían a la familia de los diaguitas que poblaban los valles de Santa María y Quimivil ( Argentina ) estuvieron dominados por los incas y luego tras una resistencia de 120 años fueron diezmados por los conquistadores españoles. La estructura social se basaba en grupos independientes, cada uno de los cuales estaba bajo el mando de un cacique. Su cultura fue significativa en las provincias de Tucumán y Santiago del Estero. Excavaciones arqueológicas han encontrado poblados y fortificaciones denominadas pucará realizadas en piedra, también objetos cerámicos como urnas funerarias con diferentes decoraciones y relieves. Trabajaron diferentes metales como el oro, la plata y el cobre con los que realizaban joyas y múltiples instrumentos. Realizaron petroglifos, aparentemente con fines religiosos, en los que representaron temas antropomorfos, zoomorfos y geométricos siendo significativa dentro del arte precolombino.
Los diaguitas habitaron el noroeste de Argentina en la zona conformada por el suroeste de Salta, Catamarca, los valles occidentales de Tucumán, La Rioja, este de San Juan y la región de Santiago del Estero que limita con Catamarca. Su economía base era la agricultura principalmente con el cultivo del maíz, calabaza y alubias, construyeron terrazas escalonadas con muros de contención de pirca, y acequias de regadío para un mejor aprovechamiento de las tierras. Poseían llamas que utilizaban para la carga de alimentos y para obtención de lana. Con la llegada de los españoles usaron los caballos, pero sólo con fines guerreros. La estructura social se basaba en dos tipos de poblados : las aldeas construidas en las terrazas de cultivo sin defensa y los pucará ubicados en la cima de los cerros con defensas construidas en pirca- pared de piedra -. La religión era animista y el culto era realizado por sacerdotes y chamanes. Para complacer a los espíritus se sacrificaban niños. La lengua diaguita era el cacan o cacaga, ya desaparecida dado que a partir del siglo XVII, se introdujo entre ellos el quechua, perdiéndose su lengua original.
Las excavaciones arqueológicas han encontrado urnas funerarias para la inhumación de niños, eran de cerámica con diferentes motivos de color negro, objetos de cobre como pectorales y armas, los petroglifos tenían fines rituales. Los diaguitas estaban divididos en tribus, dirigidos cada una por un jefe. La base de la sociedad era la familia polígama. La conquista de los diaguitas fue realizada por Diego de Rojas en 1540, y finalizó en 1670, donde los diaguitas demostraron una alta resistencia a ser sometidos por los españoles. La mayoría fueron aniquilados y los pocos sobrevivientes se establecieron en las cercanías de Buenos Aires.
Los guaraníes ocupaban la cuenca del río Paraguay, también el nordeste de Argentina y en estados del sur brasileño como Santa Catarina, Rio Grande Do Sul y el oeste de Paraná. La unidad social era la familia extendida y patrilineal. Cada comunidad contaba con su jefe, pero el poder real estaba a cargo del chaman. Los poblados estaban formados aproximadamente por diez casas comunales de grandes dimensiones. Adornaban su cuerpor con pendientes, collares y bezotes de hueso o concha, y los jefes tenían grandes tocados de plumas y placas de oro y plata sobre el pecho. Llevaban el pelo tonsurado a la manera de los monjes franciscanos. Practicaban el canibalismo ritual. Los prisioneros de guerra eran alimentados y cuidados durante un año, e incluso se les daba una esposa de la propia tribu, pero luego de unos meses eran sacrificados. El cuerpo, una vez descuartizado, era asado y servía de alimento para la comunidad. Su religión era el animismo y el culto a los espíritus estaba en manos de los chamanes, quienes además ejercían control en los fenómenos naturales. Eran agricultores, roturaban las parcelas con azadas y cuando la tierra se agotaba se procedía a abrir nuevas áreas en otros sitios. Eran importantes los sembradíos de maíz, mandioca, batatas, alubias, chile y calabazas. El único animal doméstico que conocían era el pato. Para cazar utilizaban trampas y el arco y la flecha.
Los matacos habitaban el Chaco central, desde las estribaciones andinas hasta el río Paraguay, a lo largo de los ríos Pilcomayo y Bermejo. Están conformados por las siguientes tribus: mataco, macá, chorotí, achluchlay, entre otras. La familia era matriarcal y los jefes de familia y de aldea eran muy respetados, en el caso de estos últimos un consejo de ancianos fiscalizaba la conducta. Eran común el intercambio de bienes personales.
Realizaban tareas de recolección y pesca : de raíces, tubérculos, semillas de hierbas y frutos , utilizando el palo cavador. Pescaban a mano, con nasas, cercas y redes. Se alimentaban de saltamontes y consumían miel. Practicaban la agricultura utilizando el palo plantador y la pala en forma de remo de mango transversal , obtenían maíz, mandioca dulce, frijoles, calabazas, tabaco, algodón y caña de azúcar, entre otros. También realizaban tareas de caza : ñandú, ciervos, pecarí, caimanes armadillos, leguanes . Cocían sus alimentos en hornos subterráneos y vasijas.
Las mujeres se encargaban de construir las viviendas, que tenían forma de colmena, eran redondas, estaban hechas con ramas y se disponían en hileras. Utilizaban como vestimenta un capote de pieles (nutria, ciervo y zorro), y en sus cabezas utilizaban plumas de ñandú, diademas y cintas frontales. Se pintaban el cuerpo con unos sellos de madera que luego se repetían en los diseños vasijas de barro.
Los puelches o guenaken estaban asentados en la Pampa argentina, desde los Andes al sur del río Limay, hasta el Atlántico y desde Córdoba hasta el río Negro. Puelche es un vocablo de los araucanos de Chile que significa "gente del este". Su economía estaba basada en la caza y recolección por ejemplo de guanacos y avestruces y recolección de raíces y vegetales comestibles, con los que además preparaban harinas y bebidas alcohólicas. Sus armas eran principales eran el arco y flecha (los que portaban en una bolsa de cuero), la lanza, las boleadoras y el lazo. Su vestimenta estaba formada por capas superpuestas de cuero, que cubrían el cuello hasta las rodillas. Vestían mantos de pieles cocidos con tendones de animales, llamados quillangos. Solía afeitar sus cuerpos y los pintaban con dibujos negros y rojos. Vivían en toldos formados por cueros cosidos entre sí. La familia era monógama y los casamientos se efectuaban mediante el sistema de dote donde se adquiría la mujer. Las familias formaban grupos comandados por un cacique. Creían en un dios supremo, llamado Ganaka o Tukutzual – dios creador del mundo y de los hombres- y en otros seres de menor poder. Su lengua era el het o chechehet, se dejó de utilizar en el siglo XVIII, cuando los puelches adoptan la lengua y varias costumbres de los araucanos, como por ejemplo el caballo, lo cual cambia totalmente su modo de vida. Con los caballos se dedican a la caza de avestruces y guanacos.
Los querandíes u “ Hombres de grasa “ eran nómades y cazadores. Utilizaban un simple paraviento como vivienda. Su economía estaba basada en la caza (en especial guanacos y ciervos, a los que perseguían durante días a través de la llanura) y la pesca (además de aprovechar su grasa del pescado extraían harina). Ante las plagas de langosta, los querandíes quemaban los pajonales y luego recolectaban los insectos quemados, a los que molían para realizar una pasta con la que se alimentaban. El arma más utilizada era la boleadora, aunque también usaban el arco y la flecha. Utilizaban como vestimenta un manto de cuero. Se distribuían en pequeñas bandas que recorrían diferentes distancias en búsqueda de alimento . Tenían dominio en la cestería. Creían en el dios Soychu, quien se enfrentaba al espíritu del mal denominado Gualichu.
Hasta el siglo XIX, los tehuelches ocupaban la región de Argentina delimitada por el río Colorado al norte, Tierra del Fuego al sur, la cordillera de los Andes al oeste y el océano Atlántico al este. Se dividían en tres grupos : septentrionales, meridionales y teuesh. Al extinguirse estos últimos en el siglo XVIII los tehuelches se dividieron en "tehuelches de a pie" (los del sur) y "tehuelches de a caballo" (los del norte) quienes lo incorporaron de sus vecinos araucanos. Se alimentaban de la caza del ñandú y del guanaco, además de tubérculos, semillas, manzanas silvestres y mariscos. Curtían las pieles con grasa e hígado, las cosían con agujas de hueso, y con ellas realizaban odres para agua. Las armas eran de piedra tallada (puntas de flecha) o pulimentada (boleadoras, mazas). Conocían el arco (utilizaban los tendones del guanaco para tensarlo) y la flecha. Cocían la carne con piedras calientes que se colocaban en las cavidades del cuerpo del animal, una vez vaciadas sus entrañas. También conocían el horno subterráneo. Utilizaban a modo de vivienda un paravientos o toldo, hecho con varillas y pieles de guanaco y caballo. El toldo se desarmaba para ser transportado. Se agrupaban en comunidades de hasta 20 toldos. El poder de los jefes era reducido. La familia era patrilocal y existía el casamiento con dos hermanas. Los jefes ricos solían tener muchas esposas con la entrega de objetos a sus padres. Enterraban a sus muertos o los cubrían con piedras (chenques), generalmente se destruía la propiedad del difunto. Delimitaban sus zonas de caza y eran comunes los incidentes en las zonas limítrofes de estas zonas, lo que desembocaba en luchas . Su arma principal era la lanza y durante la lucha se protegían con pieles o rellenando sus vestimentas. Su vestimenta principal se llamaba capote o quillango, realizado con pieles de guanaco o ñandú, dejando el lado peludo en el interior y el liso lo adornaban con pinturas geométricas de colores. Los hombres utilizaban un taparrabos y las mujeres una falda de piel. Confeccionaban su calzado, el tamango, con la piel de la pata del caballo. Utilizaban cintas frontales y cinturones adornados con vistosos dibujos. Se pintaban el pecho y los brazos, y se depilaban el vello y la barba. Los hombres a veces se rapaban y las mujeres usaban trenzas. La alfarería, luego abandonada, se limitaba a producir objetos sencillos. Creian en el dios Temaukel vengativo y controlador. Realizaban la ceremonia kloketen, en el cual los adultos enseñaban a los jóvenes el secreto para establecer dominar a las mujeres, utilizaban máscaras efectuando gritos o sonidos fuertes como espíritus malignos, de esta manera las mujeres buscaban a sus esposos para sentirse protegidas.
Los onas habitaban en la parte norte de la isla Grande de Tierra del Fuego y llegaron hace 7000 años Se dividían en dos tribus con dialectos distintos: los haush o manekenken que habitaban en el extremo sureste de la isla y los selk´nam, establecidos al norte de la isla, - la antropóloga Anne Chapman ha realizado importantes aportes de su cultura .Eran cazadores-recolectores. Se pensaba que a pesar de vivir en la zona costera, le temían a la navegación esto se desmitificó con los estudios de Chapman.
Realizaban la caza del guanaco con arcos y puntas de piedra tallada. Con la piel del guanaco fabricaban sus viviendas (paravientos semicirculares o chozas cónicas) y también la utilizaban para cubrirse. Cazaban pájaros con lazos,trampas y peces usando lanzas. La vestimenta principal era el capote de varias pieles de guanaco, calzado en cuero y una pieza triangular de piel fijada en la cabeza mediante una cinta frontal. Se pintaban el cuerpo con diversos colores. El territorio ocupado por los onas se dividía en 39 zonas de caza, cuyos límites habían sido trazados por una figura mítica. Estaban divididos en hordas, compuestas por varias familias unidas entre sí por lazos de sangre. El más anciano de cada horda resolvía los conflictos de la comunidad y el hombre más diestro era el que dirigía la caza. Tenían múltiples conflictos en las zonas de frontera.
Cerámica calchaquí
Cerámica diaguita